En física y química se observa que, para cualquier sustancia
o mezcla, modificando sus condiciones de temperatura o presión, pueden obtenerse
distintos estados o fases, denominados estados de agregación de la materia, en
relación con las fuerzas de unión de las partículas (moléculas, átomos o iones)
que la constituyen.
Todos los estados de agregación poseen propiedades y
características diferentes; los más conocidos y observables cotidianamente son
cuatro, llamados fases sólida, líquida, gaseosa y plasmática. También son
posibles otros estados que no se producen de forma natural en nuestro entorno,
por ejemplo: condensado de Bose-Einstein, condensado fermiónico y estrellas de
neutrones. Se cree que también son posibles otros, como el plasma de
quark-gluón.[1]
Estado sólido Editar
Artículo principal: Sólido
Los objetos en estado sólido se presentan como cuerpos de
forma definida; sus átomos a menudo se entrelazan formando estructuras
estrechas definidas, lo que les confiere la capacidad de soportar fuerzas sin
deformación aparente. Son calificados generalmente como duros así como
resistentes, y en ellos las fuerzas de atracción son mayores que las de
repulsión. En los sólidos cristalinos, la presencia de espacios
intermoleculares pequeños da paso a la intervención de las fuerzas de enlace,
que ubican a las celdillas en formas geométricas. En los amorfos o vítreos, por
el contrario, las partículas que los constituyen carecen de una estructura
ordenada.
Las sustancias en estado sólido suelen presentar algunas de
las siguientes características:
Cohesión elevada.
Tienen una forma definida y memoria de forma, presentando
fuerzas elásticas restitutivas si se deforman fuera de su configuración
original.
A efectos prácticos son incompresibles.
Resistencia a la fragmentación.
Fluidez muy baja o nula.
Algunos de ellos se subliman.
Véase también: Materia granular
Estado líquido Editar
Artículo principal: Líquido
Si se incrementa la temperatura de un sólido, este va
perdiendo forma hasta desaparecer la estructura cristalina, alcanzando el
estado líquido. Característica principal: la capacidad de fluir y adaptarse a
la forma del recipiente que lo contiene. En este caso, aún existe cierta unión
entre los átomos del cuerpo, aunque mucho menos intensa que en los sólidos. El
estado líquido presenta las siguientes características:
Cohesión menor.
Poseen movimiento de energía cinética.
Son fluidos, no poseen forma definida, ni memoria de forma
por lo que toman la forma de la superficie o el recipiente que lo contiene.
En el frío se contrae (exceptuando el agua).
Posee fluidez a través de pequeños orificios.
Puede presentar difusión.
Son poco compresibles.
Estado gaseoso Editar
Artículo principal: Gas
Se denomina gas al estado de agregación de la materia
compuesto principalmente por moléculas no unidas, expandidas y con poca fuerza
de atracción, lo que hace que los gases no tengan volumen y forma definida, y
se expandan libremente hasta llenar el recipiente que los contiene. Su densidad
es mucho menor que la de los líquidos y sólidos, y las fuerzas gravitatorias y
de atracción entre sus moléculas resultan insignificantes. En algunos
diccionarios el término gas es considerado como sinónimo de vapor, aunque no
hay que confundir sus conceptos: vapor se refiere estrictamente a aquel gas que
se puede condensar por presurización a temperatura constante.
Dependiendo de sus contenidos de energía o de las fuerzas
que actúan, la materia puede estar en un estado o en otro diferente: se ha
hablado durante la historia, de un gas ideal o de un sólido cristalino
perfecto, pero ambos son modelos límites ideales y, por tanto, no tienen
existencia real.[cita requerida]
En los gases reales no existe un desorden total y absoluto,
aunque sí un desorden más o menos grande.
En un gas, las moléculas están en estado de caos y muestran
poca respuesta a la gravedad. Se mueven tan rápidamente que se liberan unas de
otras. Ocupan entonces un volumen mucho mayor que en los otros estados porque
dejan espacios libres intermedios y están enormemente separadas unas de otras.
Por eso es tan fácil comprimir un gas, lo que significa, en este caso,
disminuir la distancia entre moléculas. El gas carece de forma y de volumen,
porque se comprende que donde tenga espacio libre allí irán sus moléculas
errantes y el gas se expandirá hasta llenar por completo cualquier recipiente.
El estado gaseoso presenta las siguientes características:
Cohesión casi nula.
No tienen forma definida.
Su volumen es variable.
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